Imagina tu mundo interior como si fuera un bello cuenco dorado situado en el interior de tu vientre, un enorme recipiente de calma, armonía y serenidad. Un gran contenedor de emociones, sentimientos, pensamientos, anhelos, necesidades…En este bello cuenco dorado, además hay cabida para todos tus recursos internos, tu firmeza, tu confianza y seguridad en ti misma, tu determinación…TU PODER PERSONAL.
Esta descripción de tu mundo interior, suena ideal ¿ verdad? pero como bien sabes, lo ideal dista mucho de lo real y lamentablemente, lo que debería de ser tu refugio de paz, Ha sido invadido y ocupado por el miedo que has ido acumulando desde que eras una niña.
Miedo al rechazo… Miedo al abandono…Miedo a la soledad… Miedo a no ser suficiente…Miedo…Miedo…Miedo…
Tu bello cuenco dorado se muestra feo y oxidado, se ha transformado en un lugar muy desagradable y ruidoso, un almacén de inseguridad, desconfianza, autocrítica y dependencia. Por este motivo huyes de el y te entretienes con tus obsesiones, tus adicciones, tus fobias, tu ansiedad…
Está cargando con todas las consecuencias derivadas del miedo acumulado, y es lo que experimentas como bloqueos en tu vida.
Bloqueo de tu vitalidad , del sentido de vida, de tus emociones, de tu energía sexual, de tu poder personal…
la buena noticia es que EXISTE UN ANTÍDOTO PARA EL MIEDO QUE SE LLAMA AMOR, Has de saber que donde reside el AMOR no puede habitar el miedo, ambos son incompatibles.
Y ahí es donde entramos en confusión tratando de encontrarlo recurriendo a diferentes vías:
- Reconocimiento de los demás.
- Relaciones de pareja.
- Logros y éxitos personales y profesionales.
- Lazos familiares.
- Relaciones de amistad.
Todo es correcto y lícito, ya que necesitamos reconocimiento, contacto social, intimidad y afecto entre otras cuestiones.
Sin embargo la clase de amor de la que te vengo a hablar no la vas a encontrar fuera de ti…
Deja de enfocarte ahí afuera, comienza a dirigir tu atención a ti misma y a cultivar el eficaz remedio que ya está en ti:
TU AMOR PROPIO
Ese que te permite colocarte como prioridad y escuchar tus necesidades y satisfacerlas.
Ese centro que te permite respetarte y valorarte como has de hacer.
El que actúa como una brújula interior que indica lo que es un Si para ti, y lo que es un NO rotundo y claro.
El que te cuida y protege alejando de ti a personas manipuladoras, narcisistas, egocéntricas, irresponsables afectivamente…
El que limpia, sana y cura tus heridas de abandono y rechazo.
El que permite que accedas a tu poder personal y brilles con tu propia luz.
El que te conecta con tu energía vital y el sentido de tu vida.
Deja de buscar afuera, deja de luchar, deja de frustrarte y comienza a llenar tu bello cuenco dorado de amor propio y verás como el miedo escapa huyendo.
Vuelve a ti! Ámate! Inunda ese cuenco de AMOR PROPIO