– Probablemente padece usted de algún tipo de rutinitis aguda.
– ¿De qué?
– Rutinitis aguda. Es una afección del alma que afecta a cada vez más gente del mundo, sobre todo en Occidente. Los síntomas son casi siempre los mismos: disminución de la motivación, melancolía crónica, pérdida de referencias y de sentido, dificultad para ser feliz pese a la abundancia de bienes materiales, desencanto, lasitud…
-¿Cómo sabe usted todo eso?
-Porque soy rutinólogo.
Personalmente no soy muy amiga de los libros de autoayuda, pero siempre que acudo a una librería me detengo en esta sección, y echo un vistazo para ver lo que se publica. La portada y el título de esta obra captaron de inmediato mi atención, así que decidí abrirlo en una página al azar, y este diálogo hizo que la comprara inmediatamente.
Ha sido todo un gusto leerlo, no sólo por que se aleja bastante del tipo de formato de autoayuda y psicología positiva, ya que está narrada en forma de novela, sino porque considero que hace la gran labor de normalizar el hecho de acudir a un profesional cuando uno siente que su vida no es como le gustaría que fuera.
Personalmente jamás me definiría como rutinóloga, ya que el termino me parece un tanto extravagante. Sin embargo, siento que refleja fielmente la esencia de mi trabajo al dibujar con gran detalle un perfil, cada vez más habitual en estos tiempos que nos ha tocado vivir. Un síndrome, que sin ser una depresión, hace que experimentemos una desagradable sensación de vacío y melancolía, junto a la frustrante sensación de estar desperdiciando la vida sabiendo que en principio tenemos todo lo que necesitamos para ser feliz, pero no la clave para poder hacerlo.
En su interior encontrarás perlas como esta:
Necesitamos razones para vivir tanto como tener de que vivir