Vacío…
Continuando con la reflexión en torno al vacío emocional, me quiero detener en una de sus causas, así como en cuales pueden ser las consecuencias que se dan en el ámbito de las relaciones de pareja cuando no nos hacernos cargo de este malestar. Y es que suele ser uno de los grandes temas que nos llevan a buscar ayuda profesional.
Muchas de las causas de este vacío interior las podemos encontrar en nuestra infancia, y están relacionadas con la calidad de los cuidados que recibimos, y en la satisfacción de nuestras necesidades, tanto físicas, como psicológicas.
Haré especial énfasis en el aspecto psicológico de nuestras necesidades, ya que por lo general, nuestro modelo socioeconómico, cubre bien las físicas.
Necesidad de apego: el/la niñ@ necesita seguridad, proximidad y consuelo.
Regulación emocional: el/la niñ@ necesita sentir que sus emociones son aceptadas, que no hay nada malo en sentir rabia, miedo, tristeza, soledad… Tan solo necesita aprender a regularlas, esto es: «¿Qué hago con esto que siento?»
El/la niñ@ necesita sentirse vist@, reconocid@ y querid@: necesita sentir que es bienvenid@ , amad@ tal y cómo es, y que se le tiene en cuenta.
Como imaginarás, es difícil que l@s padres/madres puedan ser siempre todo lo solícit@s y dispuest@s para que todas estas necesidades sean cubiertas. Y es que, tal y como escuché decir a Borja Vilaseca, «l@s padres/madres somos un mal necesario».
Queramos o no, vamos a causar heridas emocionales a nuestr@s hij@s, y éstas generarán alguno de estos vacíos. Porque no somos esos seres todopoderosos que nuestr@s hij@s imaginan que somos. Much@s de nosotr@s nos encontramos lidiando nuestras propias batallas, lo cual hace que no siempre podamos estar todo lo emocionalmente disponibles que ell@s necesitarían.
La magnitud de estas heridas es variable: pueden ir desde un simple rasguño, hasta una seria lesión.
Y… ¿cuáles son las consecuencias cuando esto ocurre? Que nuestra personalidad comenzará a estructurarse de manera disarmónica, y creceremos carenciad@s. De este modo, tendremos algunas dificultades para manejarnos con autonomía, libertad y plenitud en nuestras vidas.
Los reflejos se podrán observar en diferentes áreas de nuestra vida adulta. Una de ellas, sin duda, se da dentro del ámbito de las relaciones de pareja, la cual, al ser un vínculo tan profundo, se actualizan en él los deseos y temores mas profundos de la infancia, así como estas necesidades no satisfechas.
Sin embargo, si pretendes llenar tu vacío a través de una relación de pareja, fantaseando que él o ella será el proveedor que te cubrirá de aquellas necesidades que no fueron satisfechas, de sanar lo dañado o de tapar ese vacío, lejos de funcionar, lo único que atraerás será:
Desamor… relaciones tóxicas… obsesión… abandono… rechazo… dependencia emocional… y dolor, dolor y más dolor.
Con la pareja nos despedimos de la infancia. La pareja es el camino que nos lleva a crecer como adult@s. Nos exige algo más que ser niñ@s dependientes.
Joan Garriga
Tal y como exponía en el párrafo anterior, pretender completarse a través del otr@ es una trampa mental, una fantasía muy de «Disney» alimentada por la creencia de que existe una princesa cautiva, y un príncipe solícito y salvador, que logran ser felices para siempre…
Esta fantasía está muy sustentada por todo lo que se mueve en torno a la idea del amor romántico con su literatura, su cine, sus canciones… No hay mas que detenerse a escuchar las letras de las canciones para darte cuenta que son frases más propias de un niñ@ que de un adult@: «Sin ti no soy nada, te necesito, no puedo vivir sin ti, sin ti me falta algo…» Para un niñ@ es cierto que sin el amor, los cuidados y la atención de unos padres no puede vivir, pero esto no es cierto cuando eres adult@.
El verdadero amor, el amor adulto y maduro, nos exige una mirada interior que nos permita hacernos cargo de lo que es nuestra responsabilidad, que no es mas que:
- Ocuparte de sanar tus heridas y de tus vacíos emocionales: para ello has de visitar tus lugares internos donde existe dolor , confía en que puedes hacerlo, y si no puedes busca ayuda profesional.
- Empezar a practicar el amor propio, el autocuidado, y el amor incondicional hacia tí mism@. Has de enamorarte primero de ti mism@.
- Ese vacío acabará difuminándose cuando encuentres el sentido de tu vida, y comiences a entregar a la vida lo que tienes para darle.
- Y así estarás en disposición, si así lo quieres y decides, de establecer una relación de pareja sana y nutritiva.
Tan sólo de este modo dejarás de sufrir por eso que a lo que llamas «amor,» que en realidad no es amor, sino necesidad o esclavitud, como del tema de Bryan Ferry con el que te dejo.