En mitad del invierno aprendía por fin que había en mí un verano invencible.
Albert Camus
Esta semana algunas de las mujeres con las que estoy trabajando me agradecían la entrada que subí hace unos días, «Los ciclos naturales « , en la que inspirándome en la naturaleza, invitaba a adoptar un funcionamiento similar al ciclo natural de la vida, cuando nos encontramos ante el dolor que supone una ruptura de pareja:
Tomar, aprender, dejar ir, aceptar y avanzar.
Las dificultades que vivimos en los vínculos, especialmente las que se reflejan en nuestras relaciones de pareja, son uno de los motivos de consulta que con más frecuencia recibo. Siempre me ha parecido curioso este hecho, a día de hoy soy consciente de que no es casual que llaméis a mi puerta mujeres con dificultades en este área.
Y es que las dificultades y bloqueos que yo misma he vivido en en este ámbito, me han impulsado a estudiar y a trabajar muchísimo en mí misma, créeme!! y creo que esta es la razón, aunque se escape del razonamiento lógico, que explica por que son tan frecuentes en mi consulta las cuestiones relacionadas con el desamor y sus devastadoras consecuencias.
Hoy quiero compartir contigo un concepto que en mi opinión es clave y puede ayudarte a soltar lo que ya no existe, o a la persona que ya no es para ti. Se trata de algo que yo describo como aferramiento emocional.
Si te sientes identificada con el pensamiento que exploraba en el post anterior» Quiero soltar, pero no puedo» es probable que estés siendo presa de de este fenómeno.
A veces sucede que las emociones se estancan, esto hace que desarrollemos un apego por una sensación, o por un estado emocional concreto, e incluso por un pensamiento concreto.
Cuando esto te ocurre, una parte de ti es consciente de que esa persona no se está portando bien contigo… o bien ya no está disponible para ti…o sencillamente ya no te quiere… Pero existe otra voz tuya que se autoengaña, que no puede/quiere aceptar que la realidad es la que es , y sabes que es lo que ocurre ¿verdad? que si no puedes aceptar lo real, no avanzas, y es en este punto cuando dejas de crecer.
Es la sensación de sentirte amada o deseada… de unión… de fusión… de compañía… de ILUSIÓN la que se ha quedado grabada en ti.
Apego a la Ilusión
Te has quedado pegada a la ilusión de una pareja… de sentir afecto…de los momentos bonitos… de la sensación de no estar sola… de lo divertido…Te aferras a las sensaciones que sentías cuando estabas con esa persona. Y esto es tan potente, que te impide ver todo lo que te daña, todo lo que no es bueno para ti, y en definiva, lo que sencillamente ya no es… Y claro, Sientes DOLOR.
Si crees que puedes estar apegada a aquella ilusión, esto es lo que has de comenzar a hacer:
- Lo primero de todo es estar dispuesta a dejar de aferrarte, es decir el primer paso es siempre una decisión.
- Libérate de la negación, empieza a ser consciente de como te mientes, pero no te juzgues ni critiques, tan sólo es el miedo de tu niña interior herida que necesita amor.
- Ábrete a la desilusión, al dolor y a la tristeza, así podrás avanzar.
- Si estás aferrada, es por que en el fondo de ti, lo que hay es Miedo o lo que es lo mismo falta de amor, y por eso lo buscas fuera y te aferras a la sensación. Tu miedo es lo que está ocupando el lugar de la seguridad y la confianza.
- El antídoto al miedo es el amor, así es que has de cultivar mucho amor propio y compasión por ti misma en esta dificultad.
- Libérate de la esperanza tóxica que te dice cosas del tipo se que me quiere… se va a dar cuenta y volverá… me va a escribir… Mientras estés ahí, estás negando el presente y distanciándote de lo que es sí es real.
- Y repite en voz alta:
«Bienvenida desilusión aunque duelas tanto, por que ahora que ya has llegado puedo cerrar esta etapa y avanzar«.