Pensamientos negativos…
«¿Te parece esto normal?»... Me preguntaba el otro día una joven clienta con un enorme susto en el cuerpo, producido por el contenido de sus propios pensamientos.
No es la primera vez que se da está esta situación en el marco de mis sesiones de trabajo. Y es que muchas personas me hacen esta pregunta con la esperanza de que yo les ofrezca una respuesta balsámica del tipo: «Claro es normal no te preocupes…» acompañada de «Yo tengo un rápido remedio para esto… «
«Normal o anormal» no son conceptos me me guste manejar. Prefiero aludir a lo frecuente o infrecuente que algo pueda resultar. En este sentido, quizá pudo encontrar algo de alivio cuando comprendió que lo importante no es lo que pueda pensar, si no lo que ese tipo de pensamiento quiere mostrarle.
En cuanto lo que al remedio se refiere, claro que existe un remedio supereficaz, pero este no pasa por la inmediatez, sino que has de estar dispuest@ a emprender un camino de una doble vía:
Por un lado, comenzar a descifrar el mensaje que se esconde tras esos pensamientos negativos y catastróficos y, por otro, al igual que hacemos con nuestro cuerpo, comenzar un entrenamiento, en este caso mental, para darnos cuenta de nuestros sesgos a la hora de interpretar los hechos que vivimos. Así, entrenaremos a nuestro cerebro para lograr tener una visión más equilibrada tanto de nosotr@s mismos, como del mundo que nos rodea.
Este contenido mental generador de miedo y ansiedad generalmente, suele girar en torno a una serie de miedos universales:
Miedo a perder la razón, el control y a volverte loc@.
Miedo a morir o a enfermar.
Miedo de perder algo material o a una persona.
Miedo a hacerte daño o hacerlo a otros.
Dependiendo de donde pongas tu foco de tu atención en forma de preocupación u obsesión, tus pensamientos negativos pivotarán sobre uno o varios de estos miedos.
Puede que hayas vivido experiencias de abandono o pérdidas importantes que generen pensamientos relacionados con el miedo a perder a un ser querido, a tu pareja, a un amig@, a quedarte sól@… Puede que en tu familia se diera mucha importancia a la seguridad económica, o que pasarais por dificultades de este tipo, y tus pensamientos giren en esa dirección. O bien personas importantes para ti padecieron enfermedades o murieron generando este miedo en ti…
De este modo, me parece importante que dejes de pensar que tus pensamientos aparecen así sin más, sino que éstos llegan por un motivo, siendo necesario que comiences a contemplarlos como una llamada de atención y descubrir qué te quieren decir, y así, quizá, descubras que se está dando una confluencia de varios factores, como pueden ser que:
1. Llevas acumulando tensión desde hace tiempo por diversos motivos.
2. En tu vida se han dado situaciones de gran impacto emocional para ti, que no has podido digerir ni procesar, y has ido tirando hacia delante como buenamente has podido.
3. Te riges por un sistema de valores algo rígido y muy teñido de aspectos relacionados con la moral y la religión ( lo bueno /lo malo… lo correcto/ lo incorrecto… lo que está bien/lo que no…) los cuales dirigen tu atención, generando una manera específica de pensar y, como resultado, una manera de sentirte.
Tu cerebro necesita dar un sentido a todo lo que has vivido y no has podido elaborar, y a todo aquello que estás viviendo en la actualidad. Y… ¿cómo lo hace? Produciendo pensamientos, esa es su función.
De modo que si te asalta la duda acerca de si es «normal» o no tener pensamientos negativos, la respuesta es SI. Otra cuestión es que hay algo que puedes hacer para cambiar el tono de tu contenido mental.
…Continuará.
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