Hay un tiempo para crecer…
Y así, casi sin darnos cuenta, llega Septiembre, mes en el que se recolectan dulces frutas y miel de las colmenas, tal y como me solía contar mi ama, que de estas cosas sabía mucho.
Un mes de calmada luz dorada para alumbrar nuevos propósitos… nuevos comienzos… nuevos desafíos.
Mi propósito es ser esa luz dorada que contribuya a iluminar tu oscuridad, y a esas sombras que te acechan y que te impiden caminar liger@. Ser esa luz que transforme la visión distorsionada y empequeñecida que tienes sobre ti mism@. Esa luz que transmuta tu perfeccionismo extremo y mirada autocrítica en una actitud amorosa, paciente y compasiva. Esa luz que te invita a quererte tal como eres. Esa luz que… TE DEJA EN PAZ.
Experimentar amor natural hacia uno mismo es complicado. Padecemos la enfermedad del perfeccionismo, de querer ser diferentes de lo que somos, de manipularnos y despreciarnos a nosotros mismos. Pero la autoestima natural no es una decisión que uno toma sobre sí mismo diciéndose que se quiere. Más bien es la vivencia constante de ser respetuoso con todo lo que sucede en uno en cada momento.
Joan Garriga
Es tiempo de de comenzar a ser respetuos@s con todo aquello que sucede en nosotr@s mismos, de practicar el autocuidado, el primer peldaño que has de ascender para sentir esa autoestima natural.
Es nuestro tiempo, es tu tiempo para crecer…
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